CONTROL DE ESFÍNTERES. Cuando los niños están preparados para dejar los pañales.

Los primeros años de vida de los niños están llenos de aprendizajes y momentos que los adultos recordamos para siempre: los primeros pasos, los primeros balbuceos y palabras – Mamá y Papá, el control de esfínteres.

Este último, es un proceso complejo, no es una pauta madurativa que se adquiere de un día para el otro. Se produce entre los 2 y los 3,5 años de vida; se sabe que aproximadamente el 90% de los niños a los 3 años y 6 meses ya ha dejado los pañales.

Si los adultos podemos pensar que éste es un proceso difícil, ambivalente, desprolijo y cultural, también podremos entender que este cambio esta lleno de idas y vueltas, y que puede resultar extraño en un comienzo para los niños y hasta a veces puede darles miedo.

El niño viene conociendo el mundo de determinada manera y de repente se enfrenta con la necesidad de tener que esperar, retener, hacer pis y caca en un lugar especial, aceptar que hay normas que cumplir para poder ingresar a un mundo nuevo y completamente distinto al que venía viviendo.

Todo esto nos permitirá a los adultos estar alertas y a la vez relajarnos para poder mirar y ayudar a nuestros hijos a que logre el control de esfínteres.

¿Cómo sabemos que el niño está iniciando el proceso de control de esfínteres?
Les molesta el pañal cuando está sucio, o se dan cuenta y piden el cambio de pañales, demuestran interés en el tema, preguntan sobre qué va a hacer el adulto al baño o para qué sirve el inodoro o la pelela.

Cuando el adulto detecta que el niño se encuentra en esta etapa, es recomendable involucrar al niño en el cambio del pañal sucio, por ejemplo, preguntándole si se hizo pis o caca, si tiene el pañal sucio y desea que se lo cambiemos.

También podemos pedirle ayuda para dicho cambio, solicitándole que nos ayude a preparar todo para el cambio o pidiéndole que tiré a la basura el pañal sucio, remarcando siempre el lavado posterior de manos!!!

Etapas en el control de esfínteres

• Hacen pis y caca en el pañal, sin mostrar interés en el tema.
• Avisan que se hicieron cuando ya tienen el pañal sucio.
• Avisan mientras están evacuando esfínteres.
• Registran la necesidad fisiológica de hacer pis y caca, pueden avisar.
• Tienen ganas, avisan y llegan al baño. Pueden esperar. Controlan esfínteres!!!.

En esa transición se ubica este proceso de aprendizaje complejo, único y específico de cada niño.

En general, si se despiertan con el pañal seco varios días seguidos, puede ser una pauta que la vejiga está fisiológica y neurológicamente madura y está empezando a poder contener volumen de orina durante la noche.

Para lograr esto, también es importante generar algunos hábitos en los niños, como ir al baño antes de acostarse, no tomar demasiado liquido durante la noche previo al sueño, no ir a dormir tomando la mamadera.

Este camino se puede producir en cualquier momento del año, no es una conveniencia de los adultos (en verano o en mis vacaciones que tengo más tiempo libre).

“Los pañales no se sacan, sino que se dejan”.

Hay que darles a los niños autonomía y protagonismo en este camino.

El adulto debe acompañar y respetar los tiempos de cada niño, pueden haber escapes, pueden haber accidentes y esto también es esperable que suceda. En este caso, se debe explicar al niño que esto puede suceder y que intentaremos la próxima vez llegar al baño para evitar “hacerse encima”. De ninguna manera, se debe retar al niño o enojarse con él.

Se sabe que el control de esfínteres durante el día es muy distinto al control nocturno.

El control diurno de orina y de materia fecal se adquieren casi al mismo tiempo.

El control nocturno puede no producirse al mismo tiempo que el diurno. Es un proceso que puede tardar muchos meses más y que no se considera un problema hasta que tienen 5-6 años.

Algunas sugerencias para los niños que aún no han iniciado este camino:

• Utilizar la pelela o el dispositivo para inodoro antes de iniciar este proceso, para que el niño lo tome como propio, juegue con ellos. Se pueden utilizar hasta con el niño vestido sentado jugando “a hacer caca” y/o sentado a sus muñecos.
• Jugar, probar, experimentar: poner el pañal sucio en la pelela y mostrarle al niño que ahí va la materia fecal o tirarla en el inodoro, dejar correr el agua mostrándoles que se va por la cañería y “saludarla con alegría”
• Imitar a los mayores, si hay hermanos o niños en la familia que ya controlen esfínteres, es bueno que los vean y puedan imitar esta situación.

Lo importante siempre y como en toda pauta madurativa, es entender que cada niño tiene su tiempo y que pueden existir situaciones especiales que produzcan retrocesos tanto en el control de esfínteres como en otra pauta madurativa.
Siempre acompañar y apoyar a nuestros hijos en su crecimiento, sin presiones ni comparaciones.

Cada niño es único y especial. No es mejor ni peor que otro porque camine, hable o no use pañales antes o después que otro niño.

Dra Jorgelina Andrea Cigliuti. Médica Pediatra | Coordinadora del Servicio de Pediatría
Sanatorio Clínica Modelo de Morón