EL CIERRE DE UN AÑO DIFERENTE, REQUIERE UNA VERSIÓN ACORDE.

No se trata, como es costumbre, tan solo de un balance de hechos habituales de la vida institucional del Sanatorio, que refleje los consabidos logros, cumplimiento de objetivos y nuevos proyectos  que cada fin de un año calendario hace propicio para  analizar.

Una situación que apareció en la vida de la humanidad, como lo que metafóricamente se denomina un auténtico Cisne Negro, un hecho fuera del alcance de toda previsión y capaz de cambiar el rumbo de las costumbres de vida de la población del planeta, que se presenta amenazando en este caso el bien más preciado sin distinción de razas, credos o niveles socio económicos como es el caso de la salud.

La pandemia en pocos meses se diseminó por todos los países y puso a prueba organizaciones y disposición de medios desnudando la inmensa  deficiencia de medios para enfrentarla no solo en países subdesarrollados sino en aquellos que forman parte del núcleo de economías altamente poderosas, todas las que crujieron ante el hecho inesperado y desconocido.

La condición de ser la parte de la actividad más requerida para enfrentar la situación, puso a prueba también al Sanatorio en su capacidad de inmediata adaptación a los requerimientos de la ocasión.

En cuestión de horas se produjeron modificaciones edilicias, operativas y el equipamiento de elementos cuya necesidad en pro de la atención de la dolencia y en modo muy especial en protección de la salud de quienes debieron permanecer en el frente de atención, debieron ser dispuestos enfrentando miserables especulaciones de proveedores de elementos de uso primordial para garantizar debidamente al personal profesional, para profesional y de la totalidad de las actividades que hacen al funcionamiento de un estructura de la complejidad  con que se cuenta.

La función fue muy satisfactoriamente cumplida y ningún esfuerzo material hubiera sido suficiente de no haberse contado con la entrega desmedida de las personas que desde todos los puntos de tarea, en especial obviamente los vinculados al servicio médico y paramédico propiamente dicho.

La disposición de elementos indispensables para la demanda, en ningún momento llevaron a riesgo de saturación de la capacidad operativa y la recuperación de casos superó los índices medios que mostraron las estadísticas a nivel nacional.

Todo transcurrió sin afección de las tareas normales de prestación de los diferentes servicios que continuaron dispuestos de manera habitual, brindados bajo el estricto cumplimiento de protocolos de atención nacionales, provinciales y de propia elaboración que superan los dictados por las normas oficiales.

Pese a la inevitable adaptación a lo que el momento exigía y aún exige, y, sin modificar un estilo ya adaptado a una nueva realidad, no quedaron en el camino los proyectos de mejora que como constante acompañan la gestión del Sanatorio, y, en ese sentido se consolidó la adquisición de un nuevo Angiógrafo que ha ingresado al país durante el mes de octubre único en su capacidad de prestación  mientras se encuentra en la etapa final la construcción del lugar que lo albergará junto a un quirófano híbrido exclusivo que lo convertirá en el servicio de mayor avanzada en el país para el tratamiento de lesiones neurovasculares en adultos y pediátricos.

Simultáneamente se han inaugurado las primeras seis habitaciones de internación de alto confort que totalizarán catorce unidades, equipadas con la última tecnología y ocupan el cuarto piso del módulo edilicio B, junto a otras tantas refacciones y equipamientos de elementos de última generación, tal el nuevo Tomógrafo Computado de alta definición y mínima radiación importado por la marca Canon para su actual emplazamiento.

La vocación de servicio de alta calidad médica que rige la vida institucional del Sanatorio Clínica Modelo de Morón no claudicará más allá de las rigurosas condiciones que la economía de la actividad toda enfrenta desde hace varios años y que nunca, como en el que llega a su fin, ha mostrado con mayor nitidez y perjuicio, como también ante las adversidades.

Es esa la forma de corresponder a la confianza depositada por paciente y entidades financiadoras, a través de una relación cimentada a lo largo de 76 años y que se ha convertido en una garantía de calidad cuya importancia se refleja en el constante crecimiento de la demanda, hecho que el Sanatorio no cesará de agradecer.

El día 14 de noviembre próximo pasado se produjo el lamentable fallecimiento de la Directora Médica del Sanatorio Dra. Silvia Gago, hecho que conmovió a la totalidad de los integrantes del establecimiento, quienes unánimemente elevamos una oración por su eterno descanso.

 

Morón, diciembre 2020 | EL DIRECTORIO.
Sanatorio Clínica Modelo de Morón