La ingestión de elementos extraños es un accidente que se presenta en niños sanos y en algunos casos, compromete su vida.

Muchas de las ingestiones de estos elementos ocurren bajo la supervisión de adultos. Es fundamental la educación de los padres y cuidadores del niño. El pediatra debe instruir a los padres sobre los riesgos dando normas de alimentación, sugerencias acerca del cuidado que deben tener con los objetos pequeños y asesoramiento sobre las características de los juguetes según la edad del niño.

Mención aparte, merece la ingestión de productos cáusticos que sigue siendo un grave problema mediosocial y la prevención de estos accidentes es esencial para evitar las lesiones esofágicas.

En nuestro país, alrededor de un 5% de todos los accidentes domésticos se producen por la ingestión de sustancias cáusticas

La facilidad para adquirir productos de limpieza para su uso en el hogar, así como la introducción de nuevos y potentes limpiadores alcalinos concentrados, ha producido un aumento de la frecuencia de estos accidentes.

La clínica es enormemente variable, desde molestias orofaríngeas hasta el shock y la perforación temprana. La ingestión del cáustico suele dar lugar a un dolor local inmediato y odinofagia. Con frecuencia los pacientes presentan vómitos o náuseas inmediatas a la ingestión

Es importante contar con una muestra del producto ingerido, con lo cual tendremos una idea clara de su capacidad cáustica.

La estrategia de prevención debe estar presente, desde la fabricación, normas de educación sanitaria, campañas de información específica y directa, así como envasado ideal, inviolable, es fundamental para la reducción de este tipo de accidentes. Otro factor de riesgo importante es que los cáusticos son trasvasados o almacenados en envases de bebidas y refrescos.

Aquí se mencionan algunas recomendaciones para evitar accidentes:

1. Evitar la atracción del niño por estos productos con envases, colores y formas no atrayentes.

2. No manipular estos agentes delante de ellos, para evitar el mimetismo.

3. Procurar disminuir el número de agentes de este tipo en el hogar y mantenerlos en un "armario para tóxicos" cerrado bajo llave.

4. Estas sustancias se guardarán siempre en sus recipientes originales y nunca en frascos, y menos en envases que el niño confunda bebidas.

5. Los envases deben disponer de mecanismos seguros que imposibiliten su apertura por niños (envases de seguridad) bien con cierres basados en movimientos de presión y giro simultáneo, tapones de plástico con cierre a presión, etc. Lo ideal sería un envase inviolable, económico y con poca cantidad de tóxico.

Dra. Sol Espósito | Gastroenterología Infantil de Clínica Modelo de Morón

Ya es verano y a prevenirse del golpe de calor

El llamado “golpe de calor” es una consecuencia, a veces grave del exceso de calor. Un “golpe de calor” es la elevación de la temperatura corporal por encima de lo normal (entre 39,4 y 41*C) y por períodos de 15 a 20 minutos. Órganos sensibles como el cerebro o el riñón pueden alterar su funcionamiento a estas temperaturas.

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Prácticas deportivas en verano

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