ALERGIA A LA PENICILINA

La alergia a la penicilina es una reacción exagerada del sistema inmune a la penicilina y a antibióticos relacionados.

Administrada por vía oral o inyectada, la penicilina actúa deteniendo el crecimiento de las bacterias en el cuerpo.

La penicilina pertenece a una familia de medicamentos llamados antibióticos beta-lactámicos. Estos fármacos incluyen la penicilina y a otros antibióticos derivados de la misma como la amoxicilina. Tales antibioticos son muy usados en el tratamiento de muchas infecciones bacterianas comunes como: infecciones de la piel, oídos, senos paranasales y tracto respiratorio superior.

Existen otros antibióticos que si bien no son derivados de la penicilina son químicamente semejantes y por lo tanto pueden también generar reacción alérgica en pacientes sensibles a la penicilina tales como las cefalosporinas.

Síntomas de la alergia a la penicilina: Es importante diferenciar reacciones alérgicas a la penicilina de otras reacciones adversas que pueden presentarse durante la toma de este antibiótico. En muchos casos se presentan erupciones cutáneas en niños con infecciones virales que fueron medicados con antibióticos derivados de la penicilina (generalmente amoxicilina) sin que esto signifique que eran alérgicos al mismo.

Los síntomas de la alergia a la penicilina incluyen:

• urticaria

• erupción

• picazón en la piel

• sibilancias

• hinchazón de los labios, la lengua o la cara (angioedema)

• reacciones anafilácticas

La reacción alérgica más grave a la penicilina es una respuesta anafiláctica, que puede ser mortal. Las reacciones anafilácticas se desarrollan inmediatamente después de la exposición a la penicilina en personas muy sensibles. Los signos y síntomas incluyen:

• dificultad para respirar

• sibilancias

• caída en la presión arterial

• hinchazón de la garganta o la lengua

• mareo

• pérdida de la conciencia

• pulso rápido o débil

Ciertas personas parecen estar en mayor riesgo de desarrollar una alergia a la penicilina que otras, estas condiciones predisponentes son:

• edad entre 20 y 49 años

• si ha tomado penicilina frecuentemente

• si tiene el VIH / SIDA

• si sufre fibrosis quística

• si ha tenido reacciones alérgicas a la penicilina u otro fármaco en el pasado

Diagnóstico: El diagnóstico se basa en el interrogatorio de los antecedentes clínicos personales del paciente, en particular si refiere reacciones adversas previas a éste fármaco, pruebas de laboratorio y en algunos casos pruebas cutáneas.

Tratamiento: El tratamiento de los signos y síntomas que se desarrollan durante una reacción alérgica a la penicilina depende del tipo de reacción.

En primer lugar ante la aparición de los síntomas alérgicos durante la toma del antibiótico, debe suspenderse el mismo y tratarse con medicación antialérgica de acuerdo al caso.

Corroborado el diagnóstico de alergia a dicho medicamento, debe evitarse en el futuro la administración del mismo así como de los antibióticos quimicamente relacionados.

Es importante que el paciente siempre refiera a cualquier nuevo médico tratante su sensibilidad alérgica a la penicilina así como a otros fármacos.

Es una buena idea para el paciente el usar un brazalete de alerta médica que describa su alergia o una tarjeta de alerta en su billetera o cartera.

Prevención: La mejor manera de evitar una reacción alérgica a la penicilina es evitar dicho antibiótico así como aquellos similares en su conjunto. Si es necesario el uso de un antibiótico para tratar una infección se debe optar por algún otro de una familias química no relacionadas que pueda resultar efectivo.

Desensibilización a la penicilina: En contadas ocasiones la penicilina o sus derivados no pueden ser reemplazados para el tratamiento de alguna infección. En estos casos, si el paciente presenta el diagnóstico de alergia a la penicilina, puede recomendarse la desensibilización.

Durante el proceso de desensibilización, recibirá dosis pequeñas pero aumentando gradualmente de penicilina por vía oral o por vía intravenosa. Debido a que la desensibilización puede desencadenar una reacción alérgica, se hará sólo en un entorno controlado, por lo general en un hospital, con un médico especialista en la técnica, y sólo cuando la penicilina sea absolutamente necesaria. La desensibilización durará sólo mientras el paciente continúe tomando penicilina. Si se detiene el proceso y más adelante se vuelve a necesitar penicilina, deberá realizarse la desensibilización otra vez.

Dra. Liana Corso | Servicio de Alergia e Inmunología de Clínica Modelo de Morón