¿QUE SE DEBE SABER DE LOS LUNARES?.

La palabra lunar se debe a que en la antigüedad se atribuía la aparición de estas lesiones a los influjos de la luna que actuaban sobre el  vientre materno. Pero en realidad, la presencia de los lunares (o nevos) en la piel se debe por un lado, a la predisposición genética de cada persona, que en algunos casos es heredada de los padres; y por otra parte, a la acción de los rayos ultravioletas.

Hay muchos tipos de lunares, los más frecuentes son los lunares o nevos melanocíticos, formados a partir de las células de la piel llamadas melanocitos, que son las que producen melanina, pigmento que le da el color a la piel y que a su vez protege a la piel de las radiaciones ultravioletas.

La gran mayoría de las personas tienen entre 10 y 40 lunares en el cuerpo, pueden estar presentes al nacer o aparecer luego, más frecuente en las 2 primeras décadas de la vida. Los lunares típicos son de forma redondeada y ovalada, simétricos, de bordes bien definidos, pueden ser de color rosa, marrón claro u oscuro, azul o del color de la piel. Su tamaño es variable, pero en general son menores a 5 mm; pueden ser planos o sobreelevados y su superficie no está lastimada.

En ocasiones (por factores genéticos o la radiación ultravioleta del sol o las camas solares), los melanocitos de los lunares o de la piel empiezan a crecer de una forma anormal y generan nevos displásicos o el melanoma. Los nevos displásicos son aquellos lunares que no tienen las características típicas, pero que no llegan a ser cáncer de piel. El melanoma sí es un cáncer de piel que puede llegar a ser agresivo, pero curable si se lo diagnostica en forma precoz.

¿Quiénes deben consultar al dermatólogo por los lunares?

• Aquéllas personas con lunares de características no típicas, es decir, de forma irregular, de bordes poco definidos, que posean 2 ó más colores, o de un tamaño mayor a 6 mm.
• Las personas (principalmente mayores de 30 años) que notan un lunar nuevo.
• Cuando un lunar crece en forma rápida
• También se deberá consultar si el lunar pica, duele, sangra o se le forma una costra o ¨cascarita¨ en la superficie.
• Igualmente, se sugiere que todas las personas concurran al dermatólogo para realizar un control periódico de los lunares, para detectar y tratar precozmente el cáncer de piel y así poder curar la enfermedad. La frecuencia de los controles la establecerá el dermatólogo según las características del paciente.
  
  

¿Cómo se puede prevenir el cáncer de piel?

• Evitar la exposición al sol entre las 11 y las 16 horas.
• Usar protector solar, mínimo factor n° 15. Las personas de pieles más claras o con antecedentes de cáncer de piel, deberán usar factores mayores.
• Colocar el protector solar media hora antes de la exposición al sol y renovar cada 2 a 3 horas.
• Usar gorros, remeras, pantalones y anteojos de sol (con filtro UV).
• Aprovechar las sombras naturales.
• Las nubes dejan pasar la radiación ultravioleta, por lo cual se sugiere realizar estas medidas, también en los días nublados.
• Los niños menores de 1 año no deben exponerse al sol. Si la exposición es ocasional, se deberá usar protector solar n° 50.
• Las mujeres embarazadas también deben usar protector solar.
• Evitar las camas solares.  

 

Del 14 al 18 de noviembre de 2011, se realizará la 18ª Campaña Nacional de Cáncer de Piel, que organiza la Sociedad Argentina de Dermatología. El objetivo de la misma es detectar precozmente las lesiones en la piel que pueden presentar riesgos y concientizar a la población acerca de los daños que causa la exposición inadecuada a la radiación ultravioleta del sol y las camas solares.
Concurra a su dermatólogo, la prevención es importante.

Dra. Analía Fernandez Pardal | Servicio de Dermatología de Clínica Modelo de Morón.