Las vacaciones, son un tiempo en el que rompemos muchas rutinas. Algunos, de manera saludable, por ejemplo, haciendo deportes o relajándose al aire libre. Y otros, haciendo todo lo contrario, cayendo en el sedentarismo o comiendo más de la cuenta, cambiando unos estresores por otros, ya que hay quienes organizan viajes que “hay que aprovechar al máximo” por lo que se sobrecargan de actividades y horarios pautados, y no dejan ni un día de descanso, y hay quienes no logran desconectarse de sus trabajos, y gracias a la tecnología, permanecen enganchados (on)
Las vacaciones deberían ser un periodo (off), para descansar del trabajo diario, un tiempo en el que relajarse, disfrutar y olvidarse de las preocupaciones cotidianas. Un estudio español afirma que el 51% de los trabajadores no logra desconectarse de sus actividades laborales. Y son estas últimas las personas con más estrés y su sintomatología asociada. Personas que necesitan estar “haciendo” todo el tiempo, ya que, de alguna manera, nuestra sociedad nos hace ver que cuánto más hacemos, más valemos. Y, por otro lado, la mayoría de nosotros crecimos con el paradigma mental orientado a la acción:
Por ejemplo, tenemos que trabajar duro, para tener dinero suficiente para irnos de vacaciones, y entonces seremos felices. Muchos esperan ansiosos las tan “merecidas vacaciones” como un sediento espera un vaso de agua.
Solemos estar atentos a los resultados y esto genera Ansiedad, queremos que algo que está en el futuro pase ahora.
No vivimos el presente porque el foco y la energía están allá adelante. Y Entramos en piloto automático, haciendo sin prestar atención en lo que estamos haciendo mientras nuestra mente vagabundea por infinidad de pensamientos que no nos llevan más que generar aturdimiento, ¡¡ruido mental… estrés!!
Y si cambiamos el paradigma, a uno más adaptativo, ¿orientado al Ser?
En este caso, primero somos algo, luego hacemos algo relativo a lo que somos y finalmente obtendremos resultados acordes a lo anterior. El proceso de cambio de este paradigma es lento y secuencial. Para llegar a “SER”, el primer paso es saber quien soy. No lo que se espera de mí, o los que los otros quisieran que sea. ¿Quién soy yo realmente? ¿Qué cosas disfruto? ¿Qué temas me entusiasman? ¿Para que soy bueno? ¿Cuáles son mis dones y talentos? ¿Haciendo que cosas se me pasa el tiempo casi sin darme cuenta? ¿Qué actividades me hacen sentir pleno? ¿Qué haría, aunque no me pagasen por ello, por solo el placer de hacerlo? Hacerse estas preguntas es entrar en el camino del autoconocimiento, es empezar a priorizarnos teniendo en cuenta lo que verdaderamente es importante para nosotros, para nuestro crecimiento y evolución.
¿Y esto nos lleva a plantearnos, quien quiero ser? ¿Cuál sería mi mejor versión, mi YO mejorado?
Te invito a hacer una lista de como seria esa mejor versión de uno mismo teniendo en cuenta:
1.- Que cosas no haría en mi mejor versión? Que malos hábitos dejaría de lado (¿tabaquismo, sedentarismo, alimentación no saludable o excesiva, reactividad emocional agresiva a violenta, mal humor, negativismo…? Son cosas que al darme cuento las tengo que ir cambiando.
2.- Que cosas haría en mi mejor versión? Cosas que quizás no estoy haciendo por complacer a los demás, y no a uno mismo. Darle más espacio a esas actividades que disfruto plenamente. Aprender a DECIR NO a lo que sinceramente no queremos hacer, y muchas veces terminamos cediendo por no herir a los demás o evitar que se enojen con nosotros… y esto no lleva mas que a frustrarnos y baja nuestra autoestima. Ser coherentes emocionales, implica saber escucharnos, priorizarnos y respetarnos.
3.- Como haríamos las cosas? ¿Como saludaríamos a nuestros compañeros? ¿Como escucharías a tus hijos? ¿Como le hablarías a tu pareja? ¿Como seria tu humor, tu actitud ante la vida? ¿Como comerías? ¿Como te ejercitarías?
Hacer esta lista te dará claridad acerca de quien sos, quien querés ser, y que cosas deberías hacer para conseguir ese cambio. Pasar a la acción es comprometerse con uno mismo a dar los pasos necesarios, de uno a la vez, para ir transformándonos en la mejor versión de uno mismo.
Desde el SER, hagamos cosas que disfrutemos y amemos hacer, poniéndonos al servicio de los demás, y por consecuencia, obtendremos resultados gratificantes que nos harán sentir plenos.
Aprovechemos las vacaciones para reflexionar, mirar hacia adentro, redescubrirnos y crecer.
“LA FELICIDAD NO ES PUNTO DE LLEGADA. ES UNA MANERA DE ANDAR”
Dra. Alicia M. Miguez | Clínica Médica - Psiquiatría y Psicología Médica -
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Sanatorio Clínica Modelo de Morón.