Hace algunos años, el profesor George Steiner impartió las Conferencias Norton en la Universidad de Harvard, donde examinó el acto de la enseñanza. Esas reflexiones fueron publicadas en un libro que lleva el título Lecciones de los Maestros. Al ponderar los perdurables orígenes del arte de explicar e instruir expone una certeza: “El pulso de la enseñanza es la persuasión”.
El motivo de estas líneas es agradecer al Dr. Carlos Apezteguía la dedicación personal y la calidad académica puestas de manifiesto en la Coordinación de la Unidad de Terapia Intensiva de la Clínica Modelo de Morón, en ocasión de haber concluido el período de su fructífera gestión. Acompañado en esta tarea por el Dr. Carlos Bevilacqua, el equipo de trabajo así constituido es formidable.
Haber participado en las recorridas de los pacientes como médicos residentes y escuchar sus opiniones en los Ateneos ha sido un privilegio. Su aguda visión de los temas bioéticos reflejan una cultivada personalidad ejemplar.
Steiner describe las dos caras de la persuasión en la docencia en este párrafo: “La persuasión es tanto positiva –‘comparte esta habilidad conmigo, sígueme en este arte y en esta práctica, lee este texto’- como negativa –‘no creas esto, no malgastes tiempo y esfuerzo en aquello’-. La dinámica es la misma: construir una comunidad sobre la base de la comunicación, una coherencia de sentimientos, pasiones y frustraciones compartidas.”
El tiempo compartido, las enseñanzas perdurables, la calidez personal, definen al Dr. Carlos Apezteguía como un Maestro persuasivo excepcional.
El Directorio, Dirección Médica, Comité de Docencia e Investigación y toda Clínica Modelo de Morón dicen…Muchas Gracias, por las enseñanzas de todos estos años!
Clínica Modelo de Morón.