Un nuevo año termina. Un nuevo año comienza. Así es la vida. Un continuo abrir y cerrar ciclos, etapas... dar vuelta una página y empezar a escribir otras... Pero, ¿qué sentido tiene transitar este camino si no lo vamos disfrutando? ¿Si no vamos creciendo, aprendiendo, evolucionando...? Después de todo, ¿para qué estamos aquí?
Siempre es bueno reflexionar sobre estas cuestiones, mas, esta época del año invita especialmente a hacer un balance, a programarse, organizarse y proyectar nuevos objetivos, nuevas metas para lograr tener “un año mejor”, y por qué no, una vida mejor.
Te propongo iniciar el año permitiéndote un momento de introspección, de encuentro con vos mismo para descubrir cómo te estas cuidando íntegramente, si es que lo estás haciendo, y como es la relación con tu cuerpo, tu mente, y tu alma. Tal vez, estas respuestas te ayuden a plantear nuevos objetivos para este 2022 que está iniciando y logres alcanzar ese bienestar que tanto te mereces.
Tu cuerpo: ¿Cómo estás cuidando tu cuerpo? Escúchalo. ¿qué necesita? Tomate unos segundos para percibir con atención plena tus sensaciones físicas. Cerrá los ojos, si querés, para evitar distracciones. ¿Hay algún hábito que debas cambiar? ¿Cómo es tu alimentación? ¿Con qué lo nutrís? ¿Haces suficiente actividad física? ¿Consumís alguna sustancia nociva? ¿Cómo estas durmiendo? ¿Cómo es tu higiene? ¿Tus cuidados estéticos? ¿Sos de mimar a tu cuerpo? ¿Has hecho los chequeos médicos que correspondan?
Tu mente: Ahora, te invito a que observes con atención plena a tus propios pensamientos… ¿suelen ser positivos o negativos? ¿Vivís preocupado? ¿acelerado, con esa sensación de que la mente no para ni siquiera cuando dormimos? ¿Te sentís cansado, agotado mentalmente la mayor parte del día? Si es así, probablemente estés cursando con un cuadro de ansiedad o estrés. Tal vez te sientas sin ganas, angustiado, incapaz de disfrutar de lo que antes te daba placer… o quizás, te encuentres rumiando sobre situaciones o personas que te han lastimado, y entonces, estarías, posiblemente con síntomas de depresión. Darse cuenta de esto es el primer paso para poder salir. Busca ayuda, especialmente de algún profesional de la salud mental. Aprende nuevas herramientas o diferentes técnicas de relajación como la meditación y el mindfulness que te lleven a lograr esa quietud mental, esa calma que tanto necesitas. Además, ordenar tus pensamientos y aprender a gestionarlos hará que seas vos quien controle a tu mente y no que esta te controle a vos.
Tu alma: ¿Cómo te sentís? ¿Estás en paz con vos mismo? ¿con las demás personas? ¿con el mundo? ¿tenes sentimientos de culpa? ¿Desprecio? ¿rencor? ¿envidia? ¿Vivis agradecido o estas en “modo queja”, desconectado de tu Ser culpando a lo de afuera de tu malestar y tu desdicha? Somos responsables de nosotros mismos, de lo que pensamos y sentimos. De nuestras acciones y decisiones. Salir del victimismo y tomar las riendas de nuestra propia vida nos hace responsables, nos conecta con nuestra esencia, con la divinidad (sea lo que sea que esto signifique para vos), mejora nuestra autoestima, aumenta el amor propio, nos da confianza en nosotros mismos. Nos hace libres e independientes. Nos aleja de los apegos y de las relaciones toxicas. Conectarse con uno mismo es escucharse. Es ser quien uno vino a ser, cumpliendo con nuestro propósito o misión de vida, viviendo según ese ideal… eso nos da plenitud. Eso nos llena. ¡Eso nos hace ser felices!
Te propongo que reflexiones sobre estos temas y a profundizar en ellos si lo necesitas, juntos, en el Servicio de Medicina del Estrés. Y pronto volveremos a encontrarnos en el taller de “Autoconocimiento y Mindfulness” para que este transitar por la vida sea más fácil, más divertido y colmado de paz.
Feliz Año Nuevo!
a. Alicia M. Miguez | Clínica Médica - Psiquiatría y Psicología Médica - Transtornos de Ansiedad - Hipnosis Clínica - Psicología Ontológica y Transpersonal Bioneuroemocion - Mindfulness - Eneagrama.
Sanatorio Clínica Modelo de Morón.