El 3 de diciembre, se celebra el Día del Médico; fecha relacionada con el  nacimiento del doctor Carlos Finlay, médico y científico cubano, descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla, permitiendo así el comienzo de una lucha efectiva contra tal enfermedad.

Voltaire decía que: “Los hombres que se ocupan de restaurar la salud de los demás uniendo habilidad con humanidad están sobre los grandes de la tierra. Aún comparten la divinidad, ya que preservar y renovar es casi tan noble como crear.”

El médico de hoy debe acompañar al paciente en el largo y tortuoso camino de las enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes, las dislipemias y tantas otras. Como todo acompañamiento en el tiempo es agotador, porque el difícil objetivo es el cambio en el estilo de vida, si eso fuera posible. En otras patologías crónicas, antes impensables como enfermedades oncológicas, entre ellas el cáncer de mama o infectológicas, como la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, debemos acompañar en la mejora de la adherencia a la medicación prolongada.

¡Qué Profesión que se elije! Hay que transitarla conociendo los límites personales, apoyándose en los compañeros de ruta, disfrutarla y humanizarla.. Los médicos han recibido el legado de los maestros y hoy diagnostican y tratan a los pacientes, que también ellos muchas veces también se transfiguran en maestros. Al médico se le encomienda la tarea de ilustrar con su vida el trabajo de ser médicos: el Arte antiguo y la nueva Ciencia; la Profesión moderna y el viejo Oficio.

El Directorio y la Dirección Médica de Sanatorio Clínica Modelo de Morón saludan y desean a todo su grupo médico un muy FELIZ DÍA!!!