La colecistectomía es la extirpación de la vesícula biliar. Es con mucho la operación más frecuente en lo que respecta a la Cirugía General.
La causa predominante , es con mucho la presencia de cálculos en su interior. Otras causas pueden ser la existencia de pólipos, en su gran mayoría benignos.
La presencia de cálculos puede adoptar la diversas formas: barro biliar, microlitiasis, litiasis o macrolitiasis, siendo todas variantes de una misma enfermedad.
La indicación de la operación , en todos estos casos , radica en la posibilidad de complicaciones , algunas de extrema gravedad, como por ejemplo la pancreatitis aguda. Es por eso que la existencia de cálculos en la vesícula biliar implica la conveniencia de la colecistectomía, salvo en excepciones, las cuales deben siempre ser establecidas por el cirujano.
Con respecto a la operación , la misma tiene como objetivo la extirpación de la vesícula biliar junto con los cálculos, ya que de lo contrario los cálculos volverían a formarse y la ausencia de vesícula no implica limitaciones alimentarias a largo plazo.
Los pólipos deben operarse para confirmar su naturaleza benigna y para evitar posibles transformaciones malignas.
Existen 2 formas de efectuar la colecistectomía: laparoscópica (mal llamada aún laser) y tradicional mediante una incisión quirúrgica.
Hoy en día la forma laparoscópica, es de inicio, la forma indicada. Esta tiene indudables ventajas , como son , el menor dolor posoperatorio, la más rápida recuperación física, sin hablar de las ventajas estéticas. Sin embargo, existen situaciones en las cuales esta puede no resultar conveniente , como puede ser el antecedente de cirugías previas.
Comenzando en forma laparoscópica , puede ser necesario convertir la operación a la forma tradicional, sin que ello responda a una complicación. Dicha conversión puede responder a varias causas, siendo las más frecuentes, los procesos inflamatorios, con las consiguientes dificultades para identificar correctamente las estructuras anatómicas; así como las malformaciones anatómicas. Es decir, la conversión no debe interpretarse como una complicación sino como el método elegido por el cirujano para llevar a cabo una operación fundamentalmente segura.
En conclusión, los cálculos en la vesícula biliar deben ser operados, la operación indicada es la extirpación de la vesícula, en lo posible por vía laparoscópica, pero por sobre todas las cosas, en forma segura para el paciente.
Dr. Miguel Bruno | Servicio de Cirugía
Sanatorio Clínica Modelo de Morón
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