LA CONSULTA ADOLESCENTE.

Los adolescentes son un gran desafío para el personal de salud y nos han enseñado a lo largo de la práctica que la consulta con ellos, es totalmente distinta a una consulta pediátrica, en la consulta adolescente es necesario poner en juego una serie de estrategias clínicas y fundamentalmente de comunicación para que el paciente sienta que valió la pena haber venido a la consulta.

En general la gran mayoría son sanos, y muchas veces son traídos a la consulta de manera obligada por sus padres, ya sea para un apto físico, inicios del ciclo menstrual, inicio de relaciones sexuales, porque aumentaron mucho de peso en el último tiempo, o por que los padres notan que están muy aislados.

Algunas de las estrategias que nos pueden ayudar en la consulta, es poner al adolescente como actor principal de la misma, que nos pueda contar con sus palabras su historia personal y familiar, que sienta que es el protagonista del encuentro.

Es importante ayudar a construir o armar junto con el adolescente el familigrama (intentando ver la relación con los integrantes del mismo), que nos cuente que enfermedades tuvo, si toma algún medicamento, si esta escolarizado, que año cursa y como le va en el colegio, que nos cuente su vida social, si tiene amistades, si está en pareja y en caso afirmativo, si inicio relaciones sexuales y como se cuida, si realiza algún deporte, si trabaja, si tiene conductas de riesgo (consumo de alcohol, tabaco, drogas, etc), siempre dejándolo que él se exprese y explaye sin interrumpirlo.

Es fundamental que desde el inicio de la consulta se mantenga el contacto visual, preguntarle como le gustaría ser llamado y anotarlo en historia clínica para próximos encuentros, escuchar atentamente su relato, usar un lenguaje adecuado, no adolescente, sino claro y entendible, sin usar terminología científica, explicarles que son ellos los que deciden si quieren que el adulto esté presente en la consulta, y si desean hacer la entrevista a solas, aclararles que siempre se mantendrá la privacidad y la confidencialidad, salvo, en el caso que haya una situación de peligro para él o para terceros (intento de suicidio, fugas del hogar, dañar a otras personas), se hablará con un adulto referente, pero previamente se le informará de esto último.

Con respecto al examen físico, para el adolescente es un momento difícil, cargado de temores, dudas y vergüenza, por lo cual sería adecuado ir explicándole lo que se va haciendo mientras se realizan las maniobras semiológicas y de esa manera brindarles tranquilidad, sobre todo si es la primera vez que se atiende al paciente.

Si es necesario realizar estudios, siempre se le explicará el motivo de la solicitud de los mismo y cuál es nuestro diagnóstico probable.

En general el control se realizará una vez por año, pero todo dependerá de lo que surja en la entrevista y el control de salud del paciente.

La consulta con el adolescente es un arte, que en ocasiones no es fácil, que necesita de tiempo y paciencia, que debe ser realizado con cariño, interés, cuidado, ética y fundamentalmente con mucha profesionalidad.

Dra Valeria Romina Reguerin | Médica Pediatra especialista en Adolescencia.
Servicio de Pediatría
Sanatorio Clínica Modelo de Morón