RIESGO CARDIOVASCULAR.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en la población adulta, siendo la enfermedad isquémica y el accidente cerebrovascular los dos principales componentes en esta estadística, con diferente distribución según el sexo, ya que la coronariopatía provoca una mayor mortalidad en hombres que en mujeres, y la inversa sucede con la enfermedad cerebrovascular.

A mediados del siglo XX se postuló la relación entre ciertas circunstancias y el desarrollo de enfermedades y en 1948 se inició un estudio epidemiológico en la ciudad de Frramingham, EEUU, para analizar la relación entre determinados factores predisponentes y el desarrollo de enfermedad. De allí surgió el concepto de “Factor de Riesgo Cardiovascular”, que se definió como una característica o elemento mensurable que tiene una relación causal con un aumento de frecuencia de una enfermedad, siendo un factor predictivo independiente y significativo del riesgo de presentar la enfermedad de interés.

Los factores de riesgo cardiovascular son predisponentes reconocidos para la aparición de la enfermedad coronaria, y si bien no todos son modificables, su conocimiento permite implementar esquemas de prevención:
Los principales factores de riesgo son:

• Condicionamiento genético: historia familiar de parientes en 1er grado con enfermedad coronaria conocida o muerte súbita antes de los 55 años en hombres y antes de los 65 años en mujeres.
  
  
• Sexo ¿cómo influye?
  
  
• Diabetes: Aumenta 3-4 veces el riesgo de padecer enfermedad coronaria. Este incremento es más notorio en mujeres que hombres.
  
  
• Hipertensión arterial: Tanto la HTA sistólica como diastólica tienen fuerte asociación con la enfermedad coronaria, a tal punto que los valores de tensión arterial “normal alta” han mostrado  un incremento de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Se considera hipertensión arterial a valores sistólicos mayores a 140 mmHg y/o diastólicos mayores a 90 mmHg.
  
  
• Dislipidemia: Los valores elevados de colesterol (colesterol total mayor  a 200 mg%) se asocian a mayor riesgo de enfermedad coronaria, especialmente cuando se observa un aumento del colesterol LDL (conocido como “colesterol malo”) Es importante saber que valores bajos de colesterol HDL (“colesterol bueno”) provocan también un incremento del riesgo cardiovascular, fundamentalmente cuando ocurren junto con hipertrigliceridemia.
  
  
• Tabaquismo: Es la causa más importante de morbilidad y mortalidad precoz prevenible. El hábito tabáquico se asocia a aumento de riesgo de enfermedad coronaria, con una relación lineal con la cantidad de cigarrillos consumidos diariamente y con la duración del hábito. Aún aquellas personas que fuman un solo cigarrillo diario tienen mayor riesgo de eventos coronarios.
  
  
• Sedentarismo: La inactividad física duplica el riesgo de enfermedad coronaria, tanto en hombres como en mujeres.
  
  
• Obesidad: La acumulación de grasa provoca mayor riesgo de enfermedad coronaria, especialmente cuando se localiza en la región abdominal. El riesgo de desarrollar cardiopatías en mayor cuando el perímetro de cintura supera los 88 cm en la mujer y los 102 cm en los hombres.
  
  La enfermedad cardiovascular es multifactorial y tiene relación con la cantidad e intensidad de los factores de riesgo que padece un individuo, pero también esta modulada por las circunstancias ambientales y aspectos psicosociales. El cálculo del “Riesgo Cardiovascular” establece la posibilidad futura de sufrir una enfermedad cardiovascular en un lapso determinado, habitualmente 10 años y es de gran utilidad pues permite establecer prioridades y determinar la intensidad del tratamiento en concordancia con el grupo de riesgo al que ese paciente pertenezca (alto – moderado – bajo riesgo).
  
  Para lograr una disminución de la enfermedad cardiovascular (prevención primaria) es fundamental la detección precoz de los factores de riesgo y el adecuado tratamiento de los mismos, con medidas higiénico-dietéticas y tratamiento farmacológico cuando éste corresponda. En los casos que ya se ha establecido la enfermedad, la prevención de las recidivas y las complicaciones (prevención secundaria) requiere un más estricto control de estos factores de riesgo.
  
  Recomendaciones:
  
  

• Conoce tu presión arterial
• Conoce tu glucemia
• Conoce tu valor de colesterol
• No fumes
• Realiza ejercicio a diario
• Realiza una alimentación saludable
• Controla tu peso
• Conoce la historia de enfermedades de tus padres
• No te automediques ni abandones la medicación por tu cuenta
• Realiza exámenes médicos periódicos

Dra Ana María Salvati | Jefa Servicio Cardiología de Clínica Modelo de Morón.

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