FORUNCULOSIS

La forunculosis forma parte de lo que se conoce como infecciones de piel y tejidos blandos, afectando piel, tejido celular subcutáneo, fascias y músculo.

Estas infecciones pueden estar producidas por una amplia variedad de gérmenes que forman parte de la flora natural de la piel y de las mucosas, y también proceden del medio ambiente. Estos gérmenes ingresan en el organismo a través mínimas lesiones en la piel o en las mucosas. Esta patología puede afectar a pacientes de todas las edades.

El forúnculo es un nódulo inflamatorio profundo que se suele desarrollar a partir de una foliculitis (pequeñas pústulas rojizas pruriginosas que afectan a los folículos pilosos) y que no sobrepasa la última capa de la piel (dermis). El nódulo, inicialmente doloroso, firme y rojizo se hace pronto fluctuante con tendencia a drenar su contenido al exterior. Las localizaciones más frecuentes son cuello, cara, espalda, axilas y glúteos. La causa de esta infección es casi siempre un germen llamado estafilocócico dorado (Staphylococcus aureus).

La mayoría de los forúnculos se tratan aplicando calor local. Si la lesión aumenta de tamaño, progresa con enrojecimiento alrededor de la misma y se asocia a fiebre y dolor, requiere de la evaluación por un médico para definir la conducta, que será de tratamiento quirúrgico (drenaje) y/o antibiótico. El drenaje quirúrgico será necesario si las lesiones son extensas y fluctuantes. La forunculosis suele volver a ocurrir (recidiva), aunque su tratamiento haya sido efectivo.

Consideraciones para la prevención:

- Higiene personal diaria: lo gérmenes al estar en la superficie de la piel, pueden disminuir en cantidad a través del lavado con jabón antiséptico que contenga solución de clorhexidina al 4%, Siempre hay que realizar el LAVADO DE MANOS luego de haber estado en contacto con estas lesiones. Tener en cuenta el lavado del cabello, ya que al estar en contacto con las manos, muy comúnmente se encuentran estos gérmenes causantes de la forunculosis.

- Cuidado de las ropas: cambiar la ropa diariamente, y lavar la misma, preferentemente a altas temperaturas.

- Cuidado de las heridas: las mismas deben cubrirse con apósitos, mientras ese encuentren con secreciones y/o drenando espontáneamente.

- No se recomienda apretar el forúnculo, ni ejercer ningún tipo de presión sobre la lesión, o pincharlo con algún elemento punzante (ej.: aguja).

- Ante la aparición de lesiones, consultar con el médico y no tomar antibióticos.

- El médico deberá evaluar estudios diagnósticos, antibióticos adecuados para la patología y eventualmente medidas de descolonización.

Dr. José María Malvido | Jefe del Servicio de Infectología de Clínica Modelo de Morón